He notado que de tanto que me mandan correos, que lo que mucho les interesa en moda es moda campestre. No puedo negar que me gusta mucho este estilo. Y he decidido darle una oportunidad en todo el mes de marzo, el cual es un mes loco con el clima.
Durante los finales de 1960 y principios de 1970 muchas jóvenes mujeres rechazaron la moda tradicional por estilos más excéntricos, originales y bonitos.
Uno de los estilos que tomaron fue el estilo campestre: un tipo de ropa que era una ramificación de ropa usada por siglos por las clases sociales bajas de Europa.
Las faldas campesinas y vestidos eran largos y fluidas.
Las faldas y blusas mostraban cuellos anchos, enseñando un poco los hombros (más en verano), o algunos parecidos a túnicas, con listones para amarrar y cerrar.
Y hace casi un mes que fui a un pueblito que se llama La Victoria, cerca de Hermosillo. Y ví muy pocas mujeres vestidas como solías verlas hace unos 30 años atrás. Lo cual me inspiró más a motivarlas a no dejar esa moda que tanto le daba color a sus pueblo.
En el centro de la ciudad de Hermosillo aún hay muchas calles y edificios abandonados, los cuales ya sólo te dejan un aire colonial pero en ruinas, sólo me imagino lo bonitas que se veían las mujeres hace 120 años atrás con sus faldas largas y colores que tanto caracterízan a los pueblos.
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