
Empezamos el año y ya es momento de ir haciendo limpia de muchos objetos que se fueron acomulando el año pasado y hasta la fecha ya no usamos.

Empezamos el año y ya es momento de ir haciendo limpia de muchos objetos que se fueron acomulando el año pasado y hasta la fecha ya no usamos.

Recientemente fui por cuarta ocasión al cerro de la Campana. La primera vez fue fascinante, porque jamás había subido a un cerro, ya que de donde vengo en la ciudad no hay cerros, sino fuera de la ciudad. Y traté de no ver cosas malas, sólo disfrutar el paseo y la vista que tanto me habían hablado. Pero después de unos años…ya no es tan divertido, ni tan placentero y las razones son las siguientes.
No soy fan de las blusas con olanes y fruncidos de tal magnitud, pero debo de confesar que la forma en que la coordinaron esta vez si me llegó a convencer.

Lo de los sombreros, bueno, sólo es una sugerencia, así que si no les gustaron, no los tomen en cuenta como yo, sólo el color.