{ La pequeña flor }

Las flores son las plantas más dulces que la naturaleza nos brinda, sólo les flata hablar para afirmalor por ellas mismas. Los lugares son más bonitos cuando se le da color, y no hablo sólo de pintura, sino del color de la felicidad que las flores ejercen sobre nosotros, nuestro estado de ánimo.  

Prefiero adornar las habitaciones de mi casa con flores que voy recolectando por aquí y por allá, ya que son muy caras y la naturaleza nos las da gratis. Hacen brillar los espacios más que el diamante del collar que nois hemos comprado.

¿Se imaginan el caso en que no existieran las flores? Yo sí, con eso de tantos problemas de contaminación. Por eso me gustaría que ustedes también se unieran a formar un equipo entre sus vecinos y plantar flores tanto en sus jardines como en las banquetas. 

No tengo preferencia en el tipo de flores, ya que mis gustos cambian dependiendo del humor que tenga o del momento en que la vida me coloque, pero mientras sean libres, salvajes y esponateas, como dijo alguna vez Edward Abbey. 

Ahhh, pero hay flores tan bonitas y aun así no puedo estar cerca de ellas ya que tengo que aguantar la fragancia y muchas veces no la soporto. Por eso sólo me gusta verlas, no olerlas; sólo a mi hermana le gusta comprar perfumes con olor a flores. Yo prefiero olor a dulce.

Así que despertar todos los días y ver el jarrón de flores a mi lado me llena de alegría ver tan preciosas creaciones de la naturaleza.  ¡Muy buenos días!

(lapartieevents and SDK Photo & Design images)

2 thoughts on “{ La pequeña flor }

  1. Recuerdo una anecdota (no se si la lei, la escuche, me la contaron o que…) en que una señora le pedia a la florista que los arreglos para la graduación le pedía que fueran “serios” y la florista respondia: las flores son flores, son alegres por naturaleza jejeje…
    Para la boda de mi cuñado me ofreci a hacer unos bouquets y durante dos días tuve 5 docenas de rosas blancas en mi comedor se veia hermoso y olia muy bien, coincido contigo, nada como unas bellas flores para alegrar el día.
    Un beso.

  2. Jajaja, Lilith!!! Me encantó esa anécdota. Y que envidia, a lo mejor se me hace tener algún día un vívero de puras flores, pero por el momento es sólo soñar. Lo que no es nada malo.

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