Yo no conocía el estilo de bordaro Kantha, el cual es originario de la India, hasta donde sé. Esta silla me gustó quizá por eso, por el estilo que tiene y saben muy bien que los indús manejan unos colores tan llamativos como los de México.  Las sillas me gustan que sean tapizadas, con material muy vivo y relleno. Hace mucho que no veo en los mercados o tiendas sillas hechas a mano, pero que se vean realmente rústicas, sin tanto barniz. 

Usaría estas sillas para mi pequeño estudio, o el comedor. Bueno, creo que para cualquier espacio que necesite andar y tomar asiento. En mi hogar no me gustan las sillas sin tapizar, ya que en frío es incómodo estar en las de plástico y creo que también en el calor del desierto.

Entre otras cosas, deberíamos de buscar entre las manualidades como éstas, que la silla sea resistente, no quisiéramos sentranos y sentir que el asiento crujió tanto como para asustarnos y después ya no querer más que tenerla de adorno, lo cual no me gusta para nada, sigo, si voy a comprar algo, que mínimo aguante y lo pueda usar, ¿qué no?

Haa, pero también cómodidad, especialmente cuando estoy trabajando. Mi idea es poder moverla a donde quiera sin pensar que es un poco más grande o pequeña y que mi espalda siempre esté recta. Porque definitivamente quiero tener las sillas lo más cómodas posibles, sino las del mundo, mínimo las que tenga a mi disposición.

En definitivo, la tela es muy estética y complace sentarse en una silla cómoda. The fabric is very aesthetically pleasing and comfortable to sit on. El relleno, como dije, se ve muy bien. Creo que podría sentarme en ella todo el día. Sólo espero que el material sea muy suave, jejeje, pido demasidado. Creo que será un mueble único y grandioso en el hogar. Es diferente y amo ser diferente.

source: anthropologie

Loros bordados y  bichos exóticos y revoloteando encima de una cubierta frondosa de encaje impreso con círculos y rayas.

Una madera tallada y acabados a mano tiene el aire de una aparentar ser una reliquia antigua que se encuentró en la selva.

Una de las ventajas de tener esta silla en casa es que es muy bonita, puede coincidir con varios esquemas de decoración.

Pero una de las desventajas y que he escuchado es el hecho de no es nada cómoda como una silla de escritorio, es decir, de trabajo. Y eso no me gusta.

La silla parvada es como se ve en las fotos. Amo la tela, el trabajo de la madera y la silla da la apariencia de ser bastante durable. Los The flock chair is just as pictured. I love the fabric, the wood work and the chair seems pretty sturdy. Las aves realmente se destacan y se ve muy bien con un escritorio de trabajo. 

Pero, no es muy cómoda. Cuando uno se sienta hacia atrás lo suficiente como para apoyarse en la parte trasera, se puede sentir la tabla horizontal debajo de ti. Sólo el relleno no es suficiente. Hay que intentar añadir un cojín o almohada. Aun así, les recuerdo, hay que escoger objetos necesario, decorativos y útiles.

La madera natural crea un marco de curvas exquisitas de nuestro asiento, totalmente hechos a mano y todo florido con flores bordadas.

Se ve cómoda, pero lamento desilusionarles diciendoles que no lo es. Hay varias personas que se han quejado mucho al respecto.

Lo que sí, de cada quien, pero a mi me enamoró la tela y las flores bordadas. 

Es bastante cara y el que no sea útil, pues como que me pone a pensar.

Aunque bueno, si son artesanos, le saben a la madera y tapicería, ustedes mismos pueden usar este modelo.

Fue amor a primera vista.

source: anthropologie

Me gusta tener en cuartos blancos siempre un sillón o silla que llame la atención, y que sea cómodo, ya que me gusta mucho leer. Y cuando leo me preocupa no estar cómoda, ya que me suelo cansar estar en una sola posición. Me gusta colocarme en posición fetal y moverme en la misma posición en diferentes ángulos alrededor del sillón.

Muy pocas veces suelo escoger colores de diseño Africano, ya que no me gusta mucho los diseños, pero éstos me han parecido bastantes tranquilos y bonitos. No son demasiado drásticos y se ven bien en la forma del sillón. 

Eso sí, el tejido del forro es otra de mis peros, ya que no me gustan los tejidos que tiendes a sudar mucho en ellos cuando no hay refrigeración y se hace un mar de sudor entre tus músculos y el sillón. Pero tampoco me gusta que se sienta esa sensación de que te pica la piel como si trajeras medias en medio agosto.

Estoy pensando en comprar el sillón o forrarlo yo misma, o quizá lo mande a forrar porque tiempo es el que necesito para muchas cosas que se me están apilando en mi cuadernos de cosas por hacer.

Que rico sería tener un sillón en cada cuarto de la casa, hasta en la cocina. Descansar ahí hasta que nuestros pies dejen de estar hinchados. ¿Cuántos sillones tienen en sus casas? Ahora me he fijado más en ese aspecto, de que no les gusta mucho los sillones, siempre con la respuesta de que abarca mucho espacio. Y cómo no, si las casas las hacen más pero más chiquitas.

(anthropologie images)