Ondulados surcos de madera dura tallada, se parecen a las suaves curvas de una concha arrancada desde el fondo del océano.
Descansar la cabeza contra esta superficie de madera fina, y tal vez escuche el llamado del mar.
Lo que no me gustaría es encontrarme con la sopresita de que fuera madera de mala calidad. Eso sería una pesadilla.
A decir verdad, parece una cama para los reyes. Definitivamente una de las camas preferidas.
Si me daría algo de miedo que mi sobrinito estuviera cerca y que se diera un golpe con alguno de los minipilares, así que hay que ser muy precavidos…de preferencia no tener cerca niños menores.
source: anthropologie