Y continuando con la punta, pero del polo sur de nuestro cuerpo, seguimos ahora con los zapatos. No sé si ya se los he comentado, pero a mí me encanta lo raro y bonito, y algo que indique eso, son los siguientes zapatos, o huarachitos, o ¿qué son? Bueno, lo que hay de cada quién, estos zapatos son adorables y me recuerdan a Robin, el que asaltaba a los adinerados, estos últimos que se hacían de poder de los desvalidos o humildes. Así que bueno, yo seguiré tramando cómo robar…pero ideas! Sí, ideas de mi cerebro, el cual se está quedando sin circulación de información entre dentritas y dentritas por el frío que hace. Iré por un cobertor más grueso…