Mi madre esta Navidad estando en familia contó que cuando yo era una niña de unos dos años, una amiga de ella me regaló un muñeco de trapo muy bonito. Su nombre desde el incio fue Prudencio.
A los meses esa amiga de mi madre, llegó a la casa y empezó a llorar, porque su muñeco de trapo y pequeño Prudencio estaba trozado de la axila, un pie y el pelo todo babeado. Mi madre le dijo: “Tú dijiste que lo disfrutara, y créeme que sí lo ha hecho”.
Los meses pasaron y la Navidad llegó, como siempre los hijos de mi abuela Catalina venían de el norte y sur de la República con sus respectivas familias para convivir en la Noche Buena y la mañana de la Navidad.
Entre esos tíos por parte de mi padre, una tía, la famosa y polémica tía Lucía nos traía costales tipo Santa Claus, llenos de juguetes para mis hermanos y yo. Entre los juguetes mi tía se apresuró a enseñarme una muñeca de la cual se sentía muy orgullosa, ya que era espactacularmente bella. Ooh sí, recuerdo esa muñeca, parecía por sus cachetotes un típico Cabage Patch, pero no era, ya que recuerdo bien que no era, jajaja.
Estas muñecas las elabora a mano una señora de New York que se llama Laura Normandin. Y vaya que las hace con mucho esmero, ya que están muy bonitas. ¿ Y ustedes, han hecho muñecas de trapo?