{ Y le llamamos amor de madre }

Aun no soy mamá, pero me imagino lo que se siente ver a tus hijas, o en mi caso, mis pequeñas primas cambiarse a como su imaginación les da entender.

Me gusta que se vistan muy femeninas, pero también me agrada y mucho que se vistan como ellas se sientan más cómodas; y entre ustedes y yo sabemos que vestirse comódamente implica un poco ser no tan femenina.

Es decir, no traer el vestido lleno de crinolina, y medias que corren el peligro de jalarse. O el moño en la cabeza con un peinado muy elaborado.

Esto me encanta, me gustan los colores, siento que las niñas también lo hacen absolutamente encantador con sus poses picaronas.

Y hablando de femeninidad:

(jcrew images)

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