Viajando al suroeste de la expansión urbana de la Ciudad de México, hacemos nuestro camino en la autopista 55. Cruce de la meseta central de México, la tierra fértil se extiende ante nosotros, nos dirigimos en dirección a la ciudad de Tenancingo. Tenancingo sin duda merecen una visita: Es una de las más importantes en todos los centros de flores de Mexico. Aquí encontrará los cultivadores de rosas, de gerbera, araña, crisantemo, alstromerias, lirios, y casi toda la variedad de flores que usted puede imaginar.
Pero hoy no estamos en busca de las flores y no vamos tan lejos en lo que respecta a Tenancingo. De hecho, estamos tirando a la carretera en la aldea de San Gabriel Zepayautla. Un pueblito tan pequeño que rara vez merece incluso un punto en un mapa. Pero hemos dicho que en este pequeño pueblo hay una vida de artista. Su nombre es Jorge Saldivar y cuya madera es un orgullo y la pasión son las hermosas piezas de arte popular que crea aproximado de bloques de madera tallados. Y he aquí, que caen bajo el hechizo de sus maravillosas Yoyos.
Ricamente pitados están, con amoroso detalle tallado. Dejar el pequeño pueblo a sabiendas de que cada uno es especial y raro. Muy poco frecuente, por Jorge Saldívar no tiene sitio web para que le pidan más. Él no tiene ni dirección de correo electrónico ni teléfono celular. La única manera de encontrarlo a él y a su vez sus Yoyos es por el buen camino que viajamos en la remota aldea que no está en el mapa.
(images from poshchicago)