He tenido algunas veces que sobrevivir sin un espejo, y es algo incómodo salir a la calle sin saber cómo anda arreglada exactamente.
Me da tanta risa que prefiero no acordarme más, sino, no podré seguir escribiendo.
No se puede pensar tanto no adquirir estos dos espejos. Me han gustado mucho ya que el metal, bronce, ha sido modelado imitando los palos de madera que podríamos encontrar tirados por el campo, pero que alguien con la creatividad que posee ha hecho una obra de arte.
Despertar con el canto (por supuesto, puede ser imaginario) de los pajaritos e ir a verse uno en el espejo, es como estar en un cuento de hadas. Claro que no creo que vosotros sean las brujas malas del cuento.
Se ve tan sencillo el arco que sostiene el espejo, pero a la vez tan complicado la base que le sostiene que es una mezcla perfecta.
Este martes 17 mi mañana no fue tan agradable, al despertar me fui a lavar mi ropa, pero lo peor aun no lo venía venir…que el edificio donde vivo se queda sin electricidad.
Y me quedo sin lavar por casi 7 horas una montaña de ropa que se fue acomulando desde el inicio de mi viaje hasta el día de ayer. No lavé por pretextos, sino por ahorrar agua, ya que aquí tenemos un calendario para lavar montañas de ropa en una sola tanta, las veces que queramos, pero sólo un día a la semana, lo cual me parece muy bien. Sin agua o con agua hay que cuidarla mucho.
Pues viendo que no tenía ni aire, ni luz, ni internet, me fui a sentar a la mesa de la cocina…y empecé a meditar un poco, porque aquí hay que meditar mucho para no enojarse con el clima horrible. Y empecé a notar cosas que no había visto antes: me gusta la luz que permite pasar la ventanona que tengo. ¡Me encanta!
Y lo que podría hacer que se viera más iluminado sería colocar un espejo muy limpio y amplio en la pared de enfrente, o colocar en las tres paredes sobrantes. ¡Y qué mejor un espejo tan bonito como el de la fotografía!
Hay una silla que me trajeron, está totalmente irreparable, y creo que le recomendaría a mi vecina mejor comprarse poco a poco un juego de sillas de madera, de preferencia de este estilo. Son bonitas y lo más importante, durables. No me gusta mucho el color, me gustarían más oscuras, pero eso se puede arreglar.
Que buena oficina para quienes no tenemos mucho espacio en nuestos departamentos o las nuevas casas pichoneras que producen las compañias. A mí me encanta trabajar en una mesa grandotota, así tengo a la mano muchos datos y sin preocuparme que pondré en las sillas carpetas que podrían olvidar guardar.
¡Las flores! Siii, también ellas, levantan la vida enormemente de la decoración y la de nosotras.