Qué importa que la mejor vajilla esté guardada, los cubiertos sin limpiar, y los vasos de cristal con polvo. Simple y sencillamente deshojemos estos manteles de papel, impresos con tinta negra y los colocamos de mantelitos individuales en la mesa, bajo los platos de plástico y ¡listo! Así vamos de lo más simple a lo más fino en un instante.
Es como un cuaderno de dibujo, que sólo arrancas los manteles que ocupes, los deshechas después en la canasta de productos reciclabes. Y además, creo que son de alguna manera educativos, ya que de esta forma pueden aprender a colocar los platos en la mesa los niños cuando se les ordenen, y no titubean nunca en dónde va cada cubierto.
source: anthropologie