Todos los días salgo y me compro una bolsa de arándanos y moras, me las como bien lavaditas, frescas, congeladas o licuadas. Y saben riquisimas en una rebanada de pan.
Respecto al pan, especialmente la harina tiene que ser de trigo trigo, sino, pues ya rompí con mi dieta saludable.
Muchas ocasiones el tiempo no me alcanza para desayunar, especialmente cuando tengo prisas, y quiero ser la primera de la fila para regresar más temprano a casa.
Cuando salgo a comprar alimento, trato de ir con el estomágo contento, de tal forma que no se me antoje todo lo que me pongan enfrente.
Y hoy que ando enfermita, tengo muchas ganas de comer blueberries, blackberries, un licuado con leche de almendras y un pan. ¡Rico!
Cuando van a surtirse de despensa, ¿van con el estómago contento o gruñiendo?
Como dije días antes, mi familia, la que conozco es extensa, así que casi todos los días estamos celebrando la vida de quienes la integran y nos deleitan con sus sonrisas, y la magia que cada uno tiene.
Y con tanta risa y alegría que representa una fiesta, algo que no puede faltar para complementar los detalles es un rico, rico pastel de cumpleaños.
Y como hoy estoy de antojo, así como otros días, sólo he tenido en la cabeza este lindo y sencillo pastel confetti.
Hoy aun se sigue festejando el día del niño y en mi familia ya quedan muy pocos, a lo más 10 y este pastelito podría ser un lindo snack, de pedacito en pedacito a lo largo de esta semana.
Pero qué bonito se vería en cada foto, y como no he conocido niño que no haya soñando alguna vez con tener su propio pastel, pues ¡dos en uno!