De las veces que he asistido a un Baby shower, también son las veces que contadas he visto pasteles realmente bellos, y un ejemplo es el que vemos aquí. Este pastel está tan bello que da lástima comerlo, es como si quisiera uno que sólo fuera de adorno y jamás, jamás dejara de existir tal como está. Pero, uno desea eso porque está decorado de una forma muy laboriosa, con cuidado en los más mínimos detalles, incluidos los pajaritos bebes.
Y todavía que lo más curioso, la base en la que está puesto no está forrada por el ya conocido aluminio del que muchas ama de casa se empeñan a poner, o los ya muy famosos moldes de plástico o los moldes desechables que encontramos en todas las pastelerías. Está puesto sobre un molde de cartón, de seguro el más barato y le combina a la perfección. ¿Cuántos pájaritos se necesitaron?, ¿Y cuántas flores y bolitas de polen se dibujaron? Vayamos a saber…pero, ¿a poco no es de los pocos pasteles de los que te enamoras a primera vista? Y eso que a mí no me gusta el chocolate para probar.
El queso crema es el secreto de este postre decadente. Para darle suavidad al queso crema se puede mezclar con fruta fresca o chocolate derretido, caramelo o pacanas para un sabor celestial.
Ingredientes:
2 tazas de queso crema
1 taza de azúcar
Jugo de un limón entero
2 cucharadas almidón de maíz
Toque de vainilla
Corteza de galletas molidas o molde para pay
Frambuesas frescas
o relleno de cerezas en conserva
Procedimiento:
• Precaliente el horno a 350 ° F. • En una licuadora o procesador de alimentos, se mezclan el queso crema, azúcar, zumo de limón, almidón de maíz, y la vainilla y viertirla después en la corteza para pay. Hornee a 350 ° F durante 60 minutos o hasta que la superficie se dore. • Dejar enfriar a temperatura ambiente y luego cubrir la parte superior de la tarta de queso con fruta fresca o relleno y enfriar en el refrigerador hasta que esté firme, varias horas o durante la noche.