En vacaciones, aquí en Sonora hubo un período en que los niños fueron invitados a asistir a un campamento, vaya que no se respeta ya lo que significa la palabra y ahora lo aplican a cualquier taller para niños que se lleve en vacaciones de verano; pero lo bueno de este taller es que a lo niños se les invitó a ejercitar la lectura y eso conlleva a que tengan más vocabulario en su acervo.
Si yo fuera esa niña, hubiera puesto lista mi lista de lectura, aunque claro, a pesar de eso la tengo lista y a la mano. Me encanta leer, más que ir a los antros o tocadas, comunes entre los jóvenes adultos de mi edad.
Entre las descripciones que podemos anotar aquí es la fecha que empezamos a leer el libro, el título del libro, el autor que escribió el libro, la fecha de publicación del libro, el género del libro y nuestras notas, lo que nos hizo sentir, pensar o lo que no entendimos. Me hubiera gustado que tuviera un cuadro enseguida donde pudiéramos colocar una fotografía de nosotros en el momento de la lectura o sólo de la portada del libro, para después imprimirla y pegarla.
He aquí, preparándose para el primer libro de la lista…a lo mejor del mes…hay quienes pueden leer un libro cada dos días. Como quisiera leer a esa velocidad, pero el tiempo es oro y además quiero hacer otras cosas.
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