Ayer en la noche no sé cómo es que caí muerta de sueño. Tengo dos semanas empaquetando mis cosas y aun me faltan alrededor de 17 cajas enormes para terminar.

Lo primero que voy a querer hacer es llegar a la siguiente parada y descansar lo que necesite mi cuerpo. Y ya no quiero dormir con cobijitas para niños, jajaja. Están muy chiquitas y bajo ellas me veo gigante.

Tengo dos meses más antes de irme completamente y estoy haciendo planes de cómo quiero mi casita. Pero de Hermosillo me voy esta semana. ¡Por fin!

Lo único bueno que me llevo de esta ciudad es haber fundado Schöne Frau y lo que este sitio me ha traído. Conocer excelentes personas a través de SF. 

Pero recomendar Hermosillo para vivir, no. Esta ciudad es como andar por la calle con una piedrita o varias dentro del zapato. Y si regreso, es seguro que sólo de turista.

Porque ahora me espera lo bueno, y una vez que entre en mi zona de confort, no creo que quiera regresar jamás a ponerme el zapato con piedritas.

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Hoy dormí muy incómoda, bastante, que las pesadillas se presentaron y mantuvieron despierta a ratos. Y creo que ha de ser por varias razones, la primera porque me dan miedo las tormentas con muchos truenos y rayos y la segunda por los ratones.

Ojalá que a donde vaya no vuelva a tener problemas de ratones…es horrible, y más cuando tienes una camita, unas ricas colchas y almohadas que te dicen: duerme, duerme.

Traté de leer un poco, pero me imaginación no estuvo quieta. Tengo varios libros en mesitas de noche, o de sala, ya que los libreros se me acabaron con tanto libro que me cargo. ¡ Y encontré un libro de cuentos de ratones!

Creo que he estado engañada, ya que los ratones son asquerosos y nada cariñosos, te roban comida y te pueden infectar. Y seguí leyendo ese cuento, que de no haber sido por las lámpara de noche, que está en mi mesita hubiera sido fatal. Aunque ya me está gustando la idea de ésta lámpara, la que se muestra en la foto. Es mucho más cómoda de usar, y no tienes que ponerte tan a la orilla para que te pueda iluminar perfectamente el libro.

¿Hubo tormenta en su ciudad?

¿Anoche qué leyeron? 

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