Una madre de familia comró esta cortina para baño, especialmente para su hija que estudia la primaria. Tanto la mamá como su hija están super contentas. Los colores son ricos y brillantes, aun cuando no sea la típica Barbie de colores rosa y lila. Los olanes son grandes y bonitos y complementan el deseño hermoso de la chica glamorosa de Hollywood.
También, si quieres darle vida a un baño que de plano no tiene solución por el momento, esta cortina te ayudará a hacer el truco. Es tan diferente que los colores opacos hasta se ven muy bien en los baños. Luce fantástica y no hay necesidad de plancharla. El vapor de tu baño se encargará de eso, sólo cuelgala y disfruta.
Muchas veces me preocupo cuando compro cosas online, ya que me da miedo que no combine o que sea demasidado pequeño para mí (soy muy alta). Pero esta cortina si combina, hace que el baño ya no se vea feo y eso es lo que me gusta. Es muy bonita y muy grande. Los colores son vívidos, es suave, no pesa mucho y está fantástica.
Cuando llegué a ir una ocasión a la semana de inauguración de la nueva casa de ti tía Emilia, recuerdo que su baño era así, o a lo mejor menos estético, con un color más oscuro, pero al fin y al cabo era muy bonito. Era de los pocos baños dentro de la recámara principal a los cuales nunca quise entrar por ser de “ellos”, de mis tíos.
Pero un día, después de no visitarle por más de 4 meses, ya que nos veíamos muchas veces en casa de mis padres, o en reuniones familiares, nos invitó a su casa a mi hermana y a mí porque nos pidió hacerla de niñeras para nuestros pequeños primos. Todo era normal, o sea, no sentía ningún cambio radical a la decoración de su casa, y es que conozco a muchas personas que nunca se sienten agusto con una forma de decoración y están gastando en decoraciones de interiores cuando ni siquiera se termina de secar la pintura, ni pegar bien una cenefa o mejor dicho, cuando nadie ha hecho uso de esa habitación como para darle el visto bueno o criticarla duramente y tomar decisiones que pueden hacerte quebrar la cabeza y la billetara.
Pero mi pequeño primo se sentía muy mal del estómago y como sabes que los chiquitos se acostumbran ciertas ocasiones a no hacer del baño que no sea un lugar donde se sientan cómodos, seguros y familiares, pues me jaló de la mano del baño del pasillo hasta la recámara de mis tíos, y veo que nos estámos dirigiendo al baño de ellos, y de repente, Diooooos, ¿pero qué es eso?
Un nuevo accesorio está en el baño, es grande, no coordinaba mucho con la decoración total del baño original, se veía demasiado ostentoso, y esas coortinas corredizas crístalinas me daban pánico, era como tener una pecera para humanos ahí mismo. Una gigantesca ducha de vapor. Como mi primito de 2 años me pidió que estuviera ahí, pero que no volteara en dirección suya mientras estaba en su necesidades, yo sólo miraba esa ducha de vapor con color oscuro de patrón serpiente.
Después de eso, no comenté nada y la vida siguió. A los meses entre la platica de las personas mayores de mi familia; yo no me cuento porque a uno por más mayor de edad que sea legalmente tus mayores siempre te ven como niños, pues escuché que mis tíos se quejaban del poco espacio que tenían en su baño y que el uso que le daban a esa ducha no fue la que esperaban. Los niños la usaban de área de juegos, claro que sin el consentimiento de mis tíos y estos últimos de almacenadora de ropa.
Entonces se lamentaban que a estas fechas no la hayan aprovechado para lo que la instalaron y la cual seguían pagando en abonos. En definitiva un chiste muuuuy caro.
“Acabo de instalar una ducha de vapor. Mi baño completo está irreconocible debido a todo el material de construcción que tenemos por ahí: pipas por instalar, las puertas de vidrio tienen que estar selladas de cierta forma, el techo ha tenido que rediseñarse para que aguante la humedad. Desafortunadamente, nunca tengo tiempo para darme un día de spa que siempre fantaseé. Ni siquiera me tomo duchas largas cuando me baño. A lo mejor le he usado dos ocasiones. Probablemente debí haber adquirido un pequeño interés en ello al pasar el tiempo. “
¿Cuántas veces no te ha pasado comprar cosas que jamás usas?