Cuando estaba iniciando mis estudios en la Universidad
mi sentido o gustos no tenían un estilo de “me vale”.
Al contrario, tenía un patrón, y para mis compañeras, era
muy ¿chistoso?
Los lunes era el día blanco, porque para mí significaba el
inicio de semana AUN sin errores, también la bienvenida
a nuevos conocimientos, lecturas, y pureza.
Los martes me vestía de color naranja o amarillo,
dependiendo de cómo anduviera de humor, también porque
el amarillo me sienta bien y el naranja no sabía en qué
otro día vestirlo.
Los miércoles no lo cambiaba de color, ya que era el día del rojo.
Podría ser cualquier tonalidad de rojo. Sólo que trataba de que fuera
sólo de la parte de la blusa, o mis calcetas.
Porque un pantalón para mis medidas no encontraba y menos
que me llenara el cantarito del gusto, ya que una compañera
usaba un pantalón de mezclilla rojo y se me hacia una prenda
horripilante.
Los jueves por ser mis días favoritos trataba de coordinar
prendas para el color guinda, índigo, púrpura, lila.
Y los viernes era el azul, porque representaba el descanso,
la relajación.
Ahora, ¿qué días te pondrías cada una de estas ballerinas?
(images from jcrew)