"Si no le das una nueva vida a una casa vieja, nadie querrá vivir en ella"
Los interiores blancos de la casa, así como su apariencia externa le guiñará el ojo a varios, quienes buscan un concepto similar en este estado; con el mismo sol que otros lugares, pero pareciera que sólo a tí te pega fuerte.
No hay tal cosa como vivir sin desorden. Aún entre las más organizadas entre nosotros seguimos tirando ropa en el piso de vez en cuando.
En una recámara, una silla se convierte en el conservador de desorden. Mejor deja ropa sucia, o que te pondrás al rato en ella, en vez de dejarla en cualquier lugar, incluido el piso.
Una gabeta de cachivache puedes agregarle frascos de vitaminas, ligas de elástico, recetas que cortas de revistas, cupones por expirar, y hasta recibos de compra que no deberían estar regados por la casa.
Una cubeta llena de revistas/ periódicos en la sala sería adecuada también para catálogos, mientras todas quepan dentro de ella, sin amontonarse.
Proyectos de manualidades, como costura crean un caos instantáneo, pero si se crean reglas al estar en este momento tan creativo puede apagar el ánimo. Así que busca y consigue una mesa especial para ello, así como un closet que puedas cerrar con puertas.
Entiendo que te interesa no tener desorden en tu hogar, pero todos los días te levantas, y vez de nuevo un mugrero. Así como en las habitaciones de cada persona de tu familia.
Un consejo sabio sería que antes de regañarles, primero empieza por tí, porque sí no será el inicio de pleitos y no queremos eso.
Una vez que estás segura y haya pruebas de que eres más organizada, es momento de que hables con los otros habitantes de la casa.
Todo empieza con pequeños pasos, así que ten paciencia contigo y los tuyos.