El amaranto cocido tiende a formar grumos y pegarse a los lados de la olla, haciendo esto aconsejable usar una olla antihaderente para cocinar. Aunque los granos son pequeños y pueden perder su identidad en ensaladas y guisos, amaranto cocido va muy bien como acompañamiento (servido como puré de papa) , o como un cereal para desayuno, cubierto con un poco de crema y miel. Hay varias maneras de preparar el grano, pero prefiero cocinarlo sin taparlo como sigue:
Ingredientes:
1 taza de amaranto
5 tazas de agua
1 cucharada de mantequilla o margarina
¾ cucharadita de sal.
– Llevar el agua a punto de ebullición.
– Agregar la sal y el amaranto.
– Reducir el calor y cocinar, sin cubrir, por 20 minutos o más, hasta que esté al dente o que tenga la consistencia de masa blanda o papilla, dependiendo de cual sea tu gusto.
– Revolver frecuentemente durante los últimos 5 minutos de cocimiento para prevenir que se agrupe.
Para servirlo como cereal de desayuno: escurrir, revolver en la matequilla, y servir caliente.
Alcanza a salir alrededor de 2 tazas, quizá un poquito más.
Amaranto blando puede colocarse en un platillo, refrigerarse, partirlo en rebanadas, y freirlo como polenta o Scrapple (que es un pudín espeso).
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