En clase de actividad artística la maestra de Paula le enseñó a bordar unas telas para que el día de la madre fuera un obsequio. La técnica le pareció sencilla y tranquila, nada fuera del otro mundo, pero su pulso no era bueno y cada que otro tanto se pinchaba el dedo con la aguja. En una ocasión fueron tantas veces que se pico por casualidad en el mismo lugar que llegó a sangrar.
El día de las madres, Paula le entregó la servilleta a su madre. Ésta en vez de alegrarse y agradecerle por el esfuerzo, empezó a soltar lágrimas, e intentando comprender qué sucedía, Paula empezó a llorar con ella.
Su madre paró por un momento y volteó a verla, mientras aquella lloraba con tantas ganas que parecía secarse. Su madre le pregunta desconcertada el por qué de su tristeza y esta le contesta: “Creí que te gustarían”. Sus ojos cafés claro, como si tuviera incrustados dos piedritas brillosas le miraban a la mujer, mientras aun seguían las lágrimas saliendo.
Y la mamá, le abraza y le dice susurrando al oído: “Paula, este regalo me encantó”. La niña saliendo del abrazo de su madre le mira y le regresa una sonrisa con muchas perlas blancas.
Ese día Rocío pone cloro sobre las manchas de sangre que había en la servilleta, mientras por la ventana observa a sus hijos jugar en el jardín. Y el día siguiente le enseña a bordar con más cuidado.
Precio: $ 419.00 pesos.
mages from poshchicago)