Una de mis grandes perdiciones es la cocina, o bueno, todo lo que implica con la cocina, como diría mi mamá “somos químicos, porque hacemos experimentos y maravillas”.
Creo que me costó bastante tiempo aprender a cocinar solita…mi batalla era el temor de prender la hornilla de la estufa directamente con un encendedor, le temía bastante a el fuego.
Pero ahora, uuuuf, ni se diga, ahora hago más que maravillas y a las pruebas me remito, y diigo, hay que echarse de vez en cuando porras uno mismo porque sino quién.