Siendo este día el último de febrero para invierno, no…no estoy mal. Ya que cuando regresemos será marzo y estáremos más cerca de la primavera, donde aún hace frío, y se siente esa brisa fresca de vez en cuando, y agradable cuando andamos caminando bajo los rayos guerreros de nuestra estrella más grande en el sistema solar.
Por lo que se me antojó variarle un poco a los vegetales y comer honguitos como las hadas del campo, de los bosques y donde haya un puño verde se zacate. Empecemos:
Sofreír champiñones recién cosechados, mejor pequeños que grandes, en mantequilla.
Hacer puré con una taza de caldo sin grasa, agregar un bonche de perejil y cebolleta, sal, pimienta, y nuez rallada, y cocina a fuego bajo.
Retira el bulto de hierbas de la salsa, y agrega 3 yemas de huevo, mezcladas con 3 cucharadas de crema.
Tosta algunas rebanadas de pan, humedece ligeramente un lado del pan tostado con la salsa.
Colocalos en un plato, y pon encima del pan los champiñones guisados.