En la ciudad de Hermosillo han estado construyendo departamentos, no de los de dos pisos, sino los que están en condominios de varios pisos. Y a pesar de que estaba en contra de ellos, creo que son una buena alternativa para las familias pequeñas.
Como siempre, pues me gusta que las paredes y pisos sean blancos, y los últimos de madera, porque aquí el frío está feo. Y el calor también. Pero creo que con una maquinaria de refrigeración de buena calidad no habrá peros para disfrutar de este lujo.
Las paredes con la decoración de ladrillo la hace sentir más acogedora, porque sé que mucho blanco en tiempo de frío, pues aunque no neve en Hermosillo, nos estimula a sentir que estamos en Yécora.
Allá en la esquina, está la entrada a un pequeño estudio de trabajo, en caso de que seas trabajador freelance. O necesites tu espacio aparte del que compartes con tu familia (en caso de que no vivas sola).
¡Y cuánta luz! Hará que te ahorres por buena parte del día mucha energía eléctrica con los focos. ¿Está muy elegante el silloncito azul, no?
Una vez analizado la pequeña sala y el cómedor, nos pásamos a la cocina. Antes de llegar a ella está un espacio para cubiertos y adornos. En serio, de tanto adobe, se me antojó una pizza.
La cocina no se me hace pequeña, al contrario, comparada con la de los fraccionamientos pichoneros está enorme. Lo que no me atrae es el pequeño vitropiso, siempre les saco la vuelta si puedo.
La verdad, yo con esta cocina estaría más que satisfecha, tiene todo lo necesario para hacer ricos alimentos. Y hablando de alimentos esta semana les publicaré otra rica receta saludable.
Otra vista de la cocina, para que se ubiquen con dentro de ella. Me encanta ver tanto libro con atesoradas recetas.
La habitación no tiene nada en especial. Cuenta con las mismas características que los demás cuartos. Pero me gustó su simplicidad.
Y desde tu cama puedes estar mitoteando lo que hacen los demás en la sala-comedor y por el lado izquierdo está la puerta que dirige a la cocina.
Ahora, en tu oficinita, pues están padres las escaleras en carácol. pero como soy muy torpe me daría miedo subirlas y bajarlas.
Y por fin, tu acogedora oficina, o parte de ella, y más adelante, el pasillo que te lleva a un jardín no interior, pero de calle, así que tienes una casa arriba de tu oficina.
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