Ahora que empecé el día volviendo a tu mirada, y me encontraste bien y te encontré más linda.
Ahora que por fin está bastante claro dónde estás y dónde estoy.
Sé por primera vez que tendré fuerzas para construir contigo una amistad tan piola, que del vecino territorio del amor, ese desesperado, empezarán a mirarnos con envidia,
y acabarán organizando excursiones para venir a preguntarnos cómo hicimos.