El primer encuentro entre una mascota con su amiga humana es algo que me ha tocado vivir muchas veces. La primera vez que fue con un conejo tenía 12 años, pero lo siento como si fuera sido el mismo día de ayer.
No es que haya sido mi mascota, sino de mi hermana pequeña, pero cuando lo ví me sorprendió. Era gigante y blanco, con unos ojos azules hipnotizantes.
Y la primera vez que nos quedamos sólo es en casa nos entendimos, yo le daba lechuga y él escuchaba mis historias, me veía bailar y hasta jugarle bromas a mi hermana.
source: belleandboo