Ahora, hablaremos de lo que implica comer fuera de casa, y más cuando viajas y te quedas en un hotel que quizá te guste el menú o no, hay que fijarse mucho en lo que pagarás.
Te aconsejo que no pagues por promociones o tarifas que incluyan una comida en el hotel al rentar una habitación, y no comas fuera.
Mejor visita una tienda de abarrotes o supermercado al comenzar tu visita y mantén una reserva de chucherias en tu habitación — aquellos que no requieren refrigeración son los más cómodos (frutas, papitas, bagels, sabritas, etc.)
Consigue una habitación con refrigerador, si puedes también. Puede que te cueste más, pero ampliará el repertorio de cosas que podrás comer considerablemente. Por ejemplo, huevos y naranjas para hacer jugo para el desayuno.
Podrías pedir desayuno a la habitación por cerca de $350 MXN, dependiendo de cuánto acostumbras comer en el desayuno. Tus provisiones son también buenas para mantener tu dieta sana y barata en forma de tentempié (y agua o jugos) en vez de estar comprando éstas en centros turísticos y convenciones a altos precios.
Mantener alimentos en la habitación también reduce las posibilidades que termines visitando la máquina expendidora o minibar que ofrece golosinas super caras, y así eliminas la tentación de comer dulces cuando lo que desea tu cuerpo es comer algo más ameno.
Los resultados variarán considerablemente. Esto funciona mejor cuando se escala: si piensas quedarte más de 3 días, si vas en familia, etc. Pero fácil ahorrarás más de $1500 MXN por persona, por día si exprimes la utilidad de este consejo.
source symmetrybreakfast, lifehacker